Hace 15 años, en Agosto de 1991, el laboratorio suizo CERN publicó el World Wide Web Project. El invento de Tim Berners Lee se llamaba HTML y HTTP, los idiomas informáticos que permiten que funcione Internet tal como la conocemos hoy. La idea misma que permitió el crecimiento exponencial de la red en solo quince años. Aquí, un repaso por los efectos que sitios que en 1990 parecían imposibles provocaron en la cultura contemporánea.
ebay (1995): Con el repositorio más vasto e insólito de productos, objetos y servicios el consumidor se reconvirtió en "curador". Este año, el museo de arte moderno de Frankfurt sumó objetos de e-bay a su colección.
Google (1998): Ya es un verbo y hasta lo discute la Real Academia Española. Para saber de alguien hoy en día lo primero que se hace es googlearlo. Una revolución en la manera de buscar información y de acceder al conocimiento.
Blogger (1999): Un programa sencillo reinventó el diario íntimo. En poco tiempo su impacto se trasladó al periodismo, la publicidad, la literatura (best sellers confesionales como la italiana Melissa P), el cine (el documental Tarnation). Hoy se estima que se crea un nuevo blog por minuto.
Napster (1999): Lo que el punk fue para la industria musical de los 70, Napster, un programa para compartir música digitalizada, lo hizo a fines de los 90. La amenaza permanente a la forma en que escuchamos música y a su circulación.
Wikipedia (2001): Una enciclopedia gratis que los usuarios escribe y editan y reescriben y vuelven a editar. El conocimiento mundial en estado de flujo permanente.
YouTube (2005): El sitio que terminó con la cultura del video-clip o por lo menos la amenaza. Cualquiera puede subir sus filmaciones y archivo a Internet.
Via Clarin
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